Las Coronadas II

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.Y asciendo, en el dulce olor
de ojos blancos, como si de mi sombra
la marea meciera el sonido de mi voz,
casi perfecta, que al eco del desierto blanco
alisa mi alma en risa y escozor.
Y sin embargo golpe a golpe, atravieso
el infinito del recuerdo, derribando
esos luminosos días en la más sólida
blancura, separándome
del tiempo, de la realidad,
mientras apago el fuego en los fuertes
senderos, esas palabras lejanas
que ciegamente todavía me buscan.
Y sobre todas las cosas,
se suspenden las vistas en una travesía
intensa, de sentires y pesares,
tejiendo en mi ser la sensibilidad
de los sueños que habitan
en la intimidad de un solo momento
de haber volado bien alto.



Misk
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1 comentario:

  1. Qué bien se respira, decididamente este blog me encanta.
    Salu2 Misk, creo que eres mujer aunque en un principio no sé porque me parecía el nombre de un hombre, quizás por lo de aquel tipo de la esquina.

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